miércoles, 3 de diciembre de 2014

El desastre del Vestas Wind


El sábado 29 de noviembre de 2014 a las 15.10 horas UTC el equipo Vestas Wind de la Volvo Ocean Race se estrelló a toda velocidad, aproximadamente a 19 nudos, contra los arrecifes del bajo de Cargados Carajos a unos 430 km. al NE de la Isla Mauricio en medio del Océano Índico...

La famosa regata por equipos que da la vuelta al mundo con escalas y de la que podéis ver aquí la salida de la 2º etapa Ciudad del Cabo — Abu Dhabi... nos ha regalado una de las imágenes mas increíbles de la navegación moderna...
 
Este velero-ferrary de 65 pies de eslora y valorado en 4,5 millones de euros destrozándose lentamente por el embate del mar y los cuchillos coralinos unos cuantos días después de la salida...


Sin poder explicar lo sucedido hasta la fecha, con todo el mundo a salvo y sin consecuencias para sus tripulantes, todo apunta a una negligencia severa por parte del patrón y del responsable de derrota del barco. Estas super máquinas van hasta arriba de telecomunicaciones y sistemas gps, navegación, cartas electrónicas y dispositivos de seguridad... ¿Cómo es posible pues que suceda esto?...


Si no la mejor respuesta, si la mejor historia en paralelo la vamos a tomar prestada de la web de sailinganarchy en la que publican la carta de un lector en inglés sin desperdicio, llamando al pan pan y al vino vino y  que puedes leer aquí en VO o justo abajo en una traducción abierta para vosotros....  Disfruta la fruta...


 "Yo estuve allí"

(Sailing Anarchy) Recibimos cartas, y ésta en concreto da un punto de vista muy particular a la situación del equipo Vestas...

Soy un gran admirador de la Volvo Ocean Race —no es por exagerar. Me encanta todo sobre la carrera —los barcos, los navegantes, la recepción, el increíble contenido en diferentes medios de masas y reportajes varios— lo veo todo en el portátil como si fuera un adolescente groupie, repaso una y otra vez la web de Sailinganarchy varias veces cada día, comenzando desde bien temprano en la mañana nada más levantarme. He llegado a sentir orgullo por cada uno de los barcos y equipos en competición, los diferentes personajes, y aprecio mucho lo que esta carrera significa para nuestro querido deporte, incluso estoy pensando en comprarme el próximo coche de la marca Volvo— ! en serio!

Como cientos o miles, imagino, de colegas navegantes a lo largo y ancho del mundo, my corazón se rompió cuando me enteré del trágico suceso del equipo Team Vestas Wind. Se trata de un equipo increíble y con un maravilloso programa y equipo de tierra detrás. Estoy muy contento de que todos estén felizmente a salvo. He decidido escribir porque este evento terrible me ha traído a la cabeza con gran viveza profundos recuerdos que creía olvidados y oscurecidos con el paso de los años. Pero esas memorias se han iluminado de nuevo con fuerza en el presente, así como lo aprendido con lo ocurrido entonces.

Sabes, yo también tuve una vez la desafortunada experiencia de conducir un velero directamente a los arrecifes; de experimentar la sensación de volar por un instante a velocidades de dos dígitos, frenética empopada en un océano sin fin, empujado por los cálidos  y constantes vientos alíseos; la repentina experiencia de horror paralizante al ver una ola de surfista emerger de la nada en la oscuridad justo frente a nosotros, seguido inmediatamente de una sacudida estremecedora y un agónico crujido, a la vez que varias decenas de miles de euros de un velero impactaban con el coral inamovible: seguidos a su vez de auténtico terror cuando las gigantesca olas rompientes golpeaban el casco herido sin piedad, levantando completamente el barco fuera del agua, para empujarlo más adentro con un ensordecedor impacto y otro más y otro y otro, hasta dejarlo medio muerto encima del arrecife; de tomar la decisión trascendental de abandonar el barco, saltando hacia las oscuras aguas, tropezando con los corales que nos cortaban, hacia la relativa seguridad mientras esperamos el rescate; y experimentar la agonía mientras el barco comenzaba a hundirse: nuestro viaje acaba aquí; un error terrible se ha cometido. Leyendo sobre lo sucedido al Team Vestas Wind he vuelto a sentir con doloroso detalle lo vivido hace años.

Sailinganarchy ha —correctamente en estos momentos y en soledad, de manera breve— mencionado la inevitable cuestión que todos tenemos en mente. ¿Cómo puede haber sucedido esto? parece inconcebible, con todos los recursos y la tecnología disponible por la tripulación, y la experiencia colectiva acumulada a bordo, que algo así haya podido suceder. Más aun, el accidente ocurrió a plena luz del día, haciéndolo a su vez mas inexplicable. La respuesta a esta pregunta tiene todavía que ser determinada— pero dudo que podamos alguna vez obtener una explicación creíble.

En verdad, no creo necesitar ninguna, porque se perfectamente que ha pasado y conozco las implicaciones.

Treinta y cuatro años atras, esta misma pregunta se le hizo al patrón del maxi Condor de Bermuda. Como el equipo Team Vestas Wind, el currículum de la tripulación era impresionante —las millas oceánicas colectivas de la tripulación eran de alrededor de 175.000, y algunas realizadas en la muy reciente Whitbread race. A ellos se les hicieron un simples preguntas en relación a porque encallamos en la isla de Marlon Brando. La respuesta fue clara: negligencia grave por parte del patrón y del navegante.

No estoy tan ansioso por conocer los detalles de lo que ocurrió al equipo Team Vestas Wind, porque es triste darse cuenta de que en cualquier caso, el patrón y navegante, al menos, nunca encontrarán trabajo como profesionales en el mundo de la vela de élite transoceánica. Esto es terriblemente trágico, pero la triste realidad —independientemente del efecto que se le quiera dar, o giro o modo de jugar en este asunto... simplemente es que no hay excusa de que esto haya sucedido— ninguna. Es una cagada de la más alta magnitud.


La lección la aprendí treinta y cuatro años atrás y hoy es aún valida: (1) Nunca tomes las palabras de un experto como verdad; comprueba las cartas tu mismo! y  (2) !No te dejes intimidar por profesionales!. Los profesionales son como cualquier otra persona - son humanos, imperfectos, pueden y comenten errores. Si tienes dudas, si tienes alguna pregunta..... PREGUNTA!!, Di algo !!!

La tarde de nuestra partida, le pregunté a nuestro navegante, "¿Cuál es el rumbo al que navegaremos inicialmente ?" Ante lo que me dio una respuesta, fui a la cabina de navegación, me senté frente a la mesa de cartas, cogí las reglas paralelas, abrí la carta náutica, marqué el rumbo que me había dado en ella y observé la derrota que íbamos a efectuar con detalle desde nuestro punto de partida. Observé que con ese rumbo íbamos directamente a un pequeño atolón aproximadamente a 35 millas al norte de Tahití. Retracé de nuevo la derrota otras dos veces obteniendo el mismo resultado en ambas. Me dije a mi mismo, "No. Seguro que sabe esto. Es un profesional mundialmente conocido y estos son los mejores navegantes oceánicos del planeta; yo no soy nadie y no se nada." Nunca olvidaré aquello. Mientras permanecida sentado en nuestro maltrecho barco,  con olas rompientes golpeando su malrecho casco, la luna al poco tiempo salió para iluminar suficientemente las palmeras y la playa de arena que teníamos al alcance de unos cientos de metros. Mi capitán de guardia exclamó alto y claro, ¿Pero donde cojones estamos???!!! Yo lo miraba completamente indignado, y dije: "Yo sé exactamente donde estamos!"

Nuestro barco estaba asegurado, como supongo, e imagino, estará el del Equipo Vestas Wind. Afortunadamente, las políticas de seguro para embarcaciones no tienes una "Exclusión por estupidez", así que habrá cobertura completa para el salvamento y la reparación del precioso velero. Espero sinceramente que pueda ser reparado a tiempo para regresar a la competición, pero en caso de que así ocurra, siento decirlo, espero que prescindan de los servicios de los responsables.

Anarquista -  Kirk
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Y para aquellos que sienten la navegación como algo bien distinto a ese deporte redbull-adrenalínico al que nos quieren someter... aquí de muestra un botón...



Twenty Eight Feet: life on a little wooden boat from kevinAfraser on Vimeo.