Entramos en el siglo XX viendo el colapso de un sistema económico basado en la adaptación de la ciencia a la producción masiva constituyendo el nuevo emporio industrial que desplaza al cajón del olvido el sector de la agricultura. Algo que parecía eterno se desvanece y la nueva realidad económica de la Revolución Industrial y la consagración a lo más alto del poder político de la burguesía comercial emprendedora transformará el mundo.
En este espacio estamos nosotros hoy. Y si nos preguntamos por qué este sistema funciona, necesitamos entender en que nos hemos convertido. Resulta muy interesante como hoy asociamos felicidad a consumo. La gente es más feliz con un IPhone o un Apple que leyendo a Marco Aurelio y conociendo a los estoicos. ¿Qué digo? No sé, dímelo tú.
Edward Bernays es el padre de la PROPAGANDA, una palabra que puede transformarse en Publicidad o en Opinión Pública, sea como fuese que la utilicemos, a las claras o con eufemismos, se trata de una de las herramientas más poderosas en el manejo del sistema-mundo. Convertirá en felices consumidores a la humanidad o facilitará a los políticos el manejo de las masas. Vuelve a leer este párrafo.
Bernays era sobrino de Sigmund Freud. Freud produjo a comienzos de siglo el paquete de ideas más importante sobre el misterio de la identidad en los humanos, de su psique. Una materia de la que se ha ocupado la filosofía desde el principio de los tiempos es ahora por fin desvelada. Nietzsche abrió la puerta, pero Freud aportaría un nuevo filón para la comprensión de lo humano, de la identidad que hoy vive con firmeza. Redirigido por Jacques Lacan la psiquiatría (ciencia que estudia la psique) y nutrido posteriormente con nuevos mapas interpretativos en la psicología con aportaciones en la Bioenergética, la Gestalt o el Eneagrama, el acceso hoy al misterio de nuestro interior jamás ha contado con un pack explicativo tan preciso, jamás en la historia de la humanidad hemos contado con la capacidad de bucear tan profundamente.
¿Quieres cruzar al otro lado del espejo?